Lo de Alejandro Valverde este año empieza a ser abusivo. El ciclista murciano del Movistar gana dónde, cuándo y cómo quiere. Venció en la segunda etapa de la Volta a Catalunya, sobre el papel destinada a los velocistas, y volvió a imponerse ayer en La Molina, etapa reina, desenlace montañoso a una jornada muy exigente en la que el Movistar dominó con una arrolladora superioridad la carrera. El maillot de líder de la ronda catalana vuelve a su dueño, al amo y señor de la carrera, que salvo sorpresa mayúscula se impondrá en la general en la etapa final en Montjuic el próximo domingo, donde tampoco sería raro que buscara un nuevo triunfo.
Es un poderío descomunal el que exhibe Valverde este año. Como de videojuego, imponiéndose en todo tipo de terrenos, ganando a corredores a las que saca más de diez años de edad. Ayer, por ejemplo, se impuso con autoridad en un mano a mano con Egan Bernal, la nueva joya colombiana. El corredor del Movistar tiene 37 años. El del Sky, 21. El descomunal rendimiento de Bernal, que fue el único corredor que resistió las continuas embestidas del Movistar, con Marc Soler y Nairo Quintana ejerciendo de gregarios de Valverde, fue sin duda uno de los titulares de la etapa reina de la Volta. Definitivamente, Bernal, ganador de la Colombia Oro y Paz y campeón nacional contrarreloj, está llamado a ser una de las estrellas del futuro del ciclismo, que se muestra con descaro y calidad ya en el presente.
Antes del duelo, desigual, entre Valverde y Bernal, en el que poco pudo hacer el colombiano ante la punta de velocidad y la insaciable sed de victorias del corredor del Movistar, Johan Esteban Chaves protagonizó un ataque desde lejos, valiente, atrevido, desafiante. No logró llegar lejos el corredor del Mitchleton-Scott, que buscaba protagonismo para su equipo tras la desafortunada retirada de Adam Yates a causa de una caída. Llegaron pronto nuevos ataques, empezando por uno de Valverde a algo más de 20 kilómetros de meta, decidido a recuperar el liderato y a demostrar quién manda en la Volta. Atacó Matej Mohoric después, al que se sumaron Simon Yates, Pierre Latour y Kenny Elissonde.
Y ahí llegó el festival del Movistar, primero con Marc Soler, quien sigue dando muestras de solidez y de prometedor futuro en cada pedalada, y después con el propio Valverde, muy fácil, y de Nairo Quintana, quien va cogiendo forma poco a poco, como acostumbra. El Movistar dominó entonces la carrera con enorme poderío. Los tres astros del equipo supieron repartirse los papeles, hasta que reventaron Soler y Quintana. Para entonces, Valverde ya era cabeza de carrera, en compañía de Bernal. El desenlace es conocido: todo para el murciano, que sumó su victoria 115.
Valverde vuelve a ser líder de la Volta a Catalunya, sucediendo en ese puesto a Thomas De Gent, quien perdió ayer hasta el apellido camino de La Molina. Aventaja en 19 segundos a Bernal, en 26 segundos a Quintana, en 48 segundos a Latour y ya en 1:12 a Simon Yates. Es decir, con el triunfo de ayer, Valverde logró su séptima victoria del año (dos etapas en esta Volta a Catalunya, el Tour de Abu Dhabi más una etapa y la general y dos triunfos parciales en la Vuelta a la Comunidad Valenciana) y certificó casi su octava, la general de la ronda catalana. Y estamos a 23 de marzo. Indomable El Imbatido.
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