Purito conquista el muro de Huy

Dolorido, contrariado, molesto llegaba ayer Joaquim Purito Rodríguez a la línea de meta. El corredor catalán del Katusha se vio envuelto en una caída y se dañó su codo izquierdo. Así es el ciclismo. Con ese codo vendado, hoy ha logrado una sensacional victoria en el muro de Huy, mítico escenario del ciclismo mundial por acoger el final de la Flecha Valona cada año y hoy meta de la tercera etapa del Tour. Una jornada, cosas de la mala suerte que tanta influencia tiene siempre en las carreras, como en la vida, marcada por una espantosa caída a algo más de 60 kilómetros de meta. Purito se libró de esa caída, igual que el resto de favoritos, pero la montonera obligó a neutralizar la carrera y un escalofrío recorrió al pelotón por el dantesco panorama de los afectados. Entre ellos, Fabian Cancellara, líder de la carrera, a quien la diosa fortuna parece empeñada en no acompañar este año. 

La aparatosa caída, en una recta cuando el pelotón volaba, pudo hacer causado aún más daño. Muchos corredores se vieron involucrados, pero dada la velocidad a la que rodaba y el infortunio de que los ciclistas fueran al suelo justo al lado de una farola contra la que podrían haber chocado, casi respiramos aliviados. Sólo casi, porque al menos cuatro corredores han tenido que abandonar la carrera, entre ellos Simon Gerrans, quien al igual que Cancellara no tiene este año la suerte de su lado, Tom Dumoulin y Laurens Ten Dam. También se fue al suelo Rui Costa. Muy dolorido siguió en carrera Cancellara. La de hoy es una de esas etapas que dejan un panorama devastador similar al de un campo de batalla tras la contienda. Esta noche muchos corredores lo pasarán mal y está por ver si no hay más caídas. 

La decisión del Tour de Francia de frenar la carrera, que quedó neutralizada durante varios minutos, ha desconcertado en un momento a todos, hasta que hemos entendido que el problema era que, ante tantas caídas, no hacia ambulancias libres y el reglamento prohíbe expresamente continuar una carrera sin ambulancias. Se reanudó la marcha y los ciclistas siguieron a ritmo lento durante unos kilómetros, pero solo unos pocos. El ciclismo, como la vida, también es reponerse de los golpes y de los sustos. Es mirar hacia delante con pundonor y arrojo. Se quedaron fríos durante unos momentos todos en el pelotón, pero pronto volvió la batalla entre los ciclistas. Regresó la tensión, esa que provocó que por los puros nervios de los equipos de los favoritos y su afán por situar a sus líderes delante del gran grupo, echo abajo la fuga del día. 

Venían locos por el baile en el Tinkoff-Saxo de Contador y en el Astana de Nivali. Ambos pusieron en apuros al Sky provocando un corte, pero esta vez el equipo británico reaccionó deprisa y abortó el intento de rebelión. Cuanto más se acercan la corta de cuarta previa a la subida ojal al muro de Huy, más nervios había en el gran grupo. Todo aquel que es alguien en este Tour quería situarse por delante. El Katusha de Joaquim Rodríguez, entre ellos. Aceleró la marcha, como tantas otras veces en los muros que tan bien le van a Purito, Caruso. El movimiento del ciclista italiano anticipaba el buen estado de forma de su líder. Las ganas de marcha, el hambre por resarcirse de la caída de ayer. Excepcional victoria de Joaquim Rodríguez, primer triunfo parcial para el ciclismo español en la ronda gala en dos años y perfecto antídoto contra el mal rollo o la desazón con las que terminó ayer la etapa. Llega Purito a este Tour con el claro objetivo de luchar por la victoria final. Hoy ha demostrado que tiene fuerzas y capacidad de dar batalla. 

Se fueron Purito, Chris Froome y Gallopin. El muro de Huy se hace siempre interminable, uno no puedo confiarse hasta que cruza la línea de meta. Joaquim Rodríguez conoce bien esta llegada. Cogió unos metros de ventaja y logró conservar la distancia. Segundo fue Froome, quien vuelve a vestir el anillos amarillo dos años después. El corredor británico de origen keniata se viste de líder. 

Froome, que ayer sacó cerca de minuto y medio a Quintana y Nibali gracias a los abanicos, vuelve a dar un golpe de autoridad. 12" de renta frene al corredor italiano y al colombiano y 17" frente a Contador consigue, además de un minuto largo sobre un Thibaut Pinot para el que este inicio de Tour esta siendo espantoso. Por cierto, el maillot amarillo de Froome podría ser recurrido por el Etixx de Martin ya que no le han picado al ciclista británico un segundo en meta sobre Purito, cuando claramente no ha entrado en el mismo tiempo. Si prospera el recurso, Martin sería el nuevo líder. 

No es nada que deba encender aún ninguna mi de alarma, pero Alberto Contador ha llegado fatigado al muro de Huy. No ha sido capaz de seguir a rueda de Froome. No es un final especialmente positivo para el ciclista madrileño, demasiado explosivo, cierto. De momento, es una renta escasa. Un varapalo moral en la tercera etapa del Tour, en el primer mano a mano con Froome. Por cierto, el corredor británico es el nuevo líder con apenas un segundo sobre Tony Martin, que pasa a ser segundo. 

Siguen pasando muchas cosas cada día en este Tour intenso del que solo llevamos tres días, aunque tanto hayamos visto ya. Mañana la Grande Boucle volverá a vivir una jornada complicada, pues llega el pavé. Por segundo año consecutivo, el Tour adereza la primera semana de carrera con una jornada de adoquines. Tramos de piedras, traqueteo y tensión. Nueva cita clave para la ronda gala. Nuevo reto para los favoritos. Froome comienza la carrera como líder. Infausto recuerdo conserva el corredor del Sky de la etapa con adoquines del año pasado. Pues rico que echar pie a tierra por una caída. Todo lo contrario que Nibali, quien dio un recital sobre las piedras.

Por cierto, ahora que hacíamos de pavé, el ganador de la etapa quinta del año pasado sobre las piedras fue Lars Bom, quien este año milita en el Astana. El ciclista fue protagonista el sábado porque en los análisis tuvo un nivel muy bajo de cortisol que no es positivo por dopaje, pero sí causa para que el ciclista cause bah de la prueba según las normas auto impuestas por los equipos que forman parte del Movimiento por un Ciclismo Creíble, donde está el Astana. Puede que no tenga debido y que sea demasiados rígido. De acuerdo. Pero si a este movimiento se le quiere dar un mínima credibilidad, se debe cumplir aquello a lo que se comprometen las escuadras. Si no, poco sentido tiene. Es algo que se sale de lo deportivo, y a lo que no conviene dar más importancia de la debida, pero que tenía pendiente. Mañana, más emoción. Las piedras regresan al Tour. Palabras mayores.

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