De la suerte y la ambición


Una de las escenas más potentes de Match Point, es a la vez bien sencilla. Un anillo arrojado al río que gira en el aire, como una pelota de tenis cuando acaricia la red y se debate durante milésimas se segundo entre caer de un lado u otro del campo. Perfecta definición de lo que es la suerte. De cómo el azar puede cambiarlo todo en tan poco tiempo. La diferencia entre responder ante la Justicia de un crimen o librarte de él, en la excepcional película de Woody Allen, o entre tener en la mano incendiar el Tour de Francia o quedar descolgado a más de seis minutos de diferencia en la general, en la intensa y algo decepcionante etapa de la ronda gala donde Alberto Contador ha sido el corredor más ambicioso y, a la vez, el menos afortunado

La primera de las cuatro jornadas alpinas en las que se resolverá el Tour (o más bien conviene decir ya a estas alturas, en las que se resolverán las batallas aún abiertas en la carrera francesa, que no parece ser el caso de la lucha por la victoria final), deja un regusto amargo. Comenzó a mil. Se formó una fuga numerosa con corredores de primer nivel (los omnipresentes Simon Yates y Thibaut Pinot, el corajudo Rigoberto Urán, la revelación  Teklehaimanot, Simon Geschke...) y también con miembros de los equipos implicados en la lucha por la general. Y eso llevó a muchos a soñar con movimientos tácticos, con intentos de jugar a romper la carrera con la estrategia de lanzar a hombres por delante que puedan respaldar después ataques de los respectivos jefes de fila. El Movistar metió en la fuga a tres corredores y el Tinkoff-Saxo y el Sky, a dos. El tablero presentaba una batalla apasionante, de las que hacen salivar a los amantes del ciclismo. 

El conjunto telefónico, lo vimos pasado el tiempo, no metió a tantos corredores en la escapada porque previera ataques de lejos de alguno de sus dos líderes, algo que jamás parecen haber contemplado, sino para asegurar la prestigiosa, pero secundaria, clasificación por escuadras, que disputan con el MTN-Qhubeka. El Movistar ha corrido para asegurar ese primer puesto en la general por equipos y para buscar asegurar sus dos puestos en el podio, no para intentar ganar el Tour. Es perfectamente respetable, casi diríamos incluso que comprensible. A nadie se le puede exigir arriesgar un resultado tan formidable por una quimera, una misión acaso kamikaze dada la fortaleza de Froome. Y sin embargo, el cierto conservadurismo del equipo de Eusebio Unzué no termina de convencer. Obviamente si el Tour acaba como marcha ahora será un éxito indudable para el Movistar. Pero, si actúan como lo han hecho hoy, quedará de fondo un sentimiento de lástima por no haber intentado ir a por la carrera. Conformismo antes que valentía. 

Lo comentamos aquí hace unos días. Dada la situación de la carrera, y visto con claridad que Quintana es el único corredor que parece capacitado para intentar poner en apuros a Froome y que el Movistar contaba con dos opciones para luchar por la general gracias al espléndido Tour que está marcándose Valverde, la clave para el futuro estaba en saber si el equipo de Unzué iba a conformarse con lo que tenía o iba a buscar ganar la Grande Boucle, aun a costa de que eso pudiera traducirse en sacrificar las opciones de podio de uno de sus dos líderes. Aunque, parafraseando a Sabina, uno espera que ser valiente no salga tan caro y que ser cobarde no valga la pena, a nadie se le puede exigir que busque arrebatar a Froome, líder que parece intocable, el maillot amarillo cuando puede ser mucho más lo que pierdan. Ante el comportamiento de Movistar hoy, parece claro que no intentarán de verdad desbancar al corredor del Sky. Porque intentar ganar el Tour es atacar de lejos, no moverse en los últimos 400 metros. Es jugar de verdad con las dos bazas con las que cuenta para la general, no ir a asegurar los dos puestos en el podio.

Al modo del protagonista de la novela de Vargas Llosa en Conversación en la Catedral. los espectadores de la ronda francesa (todos, yo el primero, cómodamente sentados en el sofá con el aire acondicionado) se preguntaban viendo la carrera en qué momento se jodió la etapa del Tour, que tantísimo prometía. Podríamos hablar de dos instantes, por la caída de Contador en el descenso del Allos. Pero el momento realmente trascendente, aquel en el que tal vez se ha terminado de decidir el Tour, no por lo que ha pasado, sino precisamente por lo que podría haber ocurrido y no sucedió, ha sido el ataque de Contador a 73 kilómetros de meta. 

Era un movimiento alocado el del pinteño, que al igual que Nibali tiene mucha más garra que piernas en esta carrera, más osadía que fuerza, más corazón que cabeza. Lo intentó el ciclista español lejos de meta. Demarró de la mano de su coequipier  Michael Rogers y, recordemos, por delante tenía a otros dos compañeros. Era una jugada atrevida. Contador cogió unos pocos segundos de ventaja. Saltó entonces Valverde a su rueda, algo entendible, pero no colaboró con el pinteño para prolongar la aventura. Lejos de eso, fue Movistar el que, con un Froome más solo que nunca antes en el grupo, neutralizó esa intentona. Tal vez se habría quedado en nada, nunca llegó a coger una diferencia relevante, el movimiento duró poco más de un kilómetro. Y, con todo, ahí se fue al traste la etapa. Se pudo romper el Tour. Imaginemos que Valverde se hubiera ido por delante con Contador y que Tinkoff-Saxo y Movistar hubieran frenado a sus hombres en la fuga. Podría haberse intentado apear a Froome del liderato. Quizá, insisto, de nada hubiera servido, pero ha sido la única ocasión en lo que llevamos de Tour en la que no ha sonado disparatado y poco menos que imposible poner en problemas al todopoderoso líder. 

Movistar ha visto en ese ataque una amenaza al puesto de Valverde en la general, no una opción de reventar el Tour. Ojalá mañana cambie esta actitud del equipo telefónico y se mueva de verdad, no en los instantes finales de la etapa para picar unos segundos, para intentar ganar la carrera. Nos comeremos nuestras palabras de hoy. Pero lo que hemos visto de momento es a un equipo escaso de ambición y que prefiere asegurar lo que atesora, que es mucho y tiene un mérito enorme, a arriesgarse algo de lo conseguido en pos de un objetivo mayor. Lo cierto es que en una etapa en la que se podría haber incendiado la carrera, al final lo único reseñable de verdad en lo que respecta a la lucha por la general ha sido la retirada de Tejay Van Garderen, enfermo, y la caída de Contador.

Donde veíamos un movimiento táctico de Movistar había en realidad un intento de asegurar el primer puesto en la clasificación por equipos. Donde aventurábamos una alianza de Valverde y Contador contra Froome (no por españoles, eso es una estupidez soberana, sino por rivales del líder con intereses comunes), Movistar vio sólo un riesgo para las opciones del murciano en la general. Ahora está por ver si donde esperamos batalla, en las jornadas alpinas que quedan por delante, el equipo telefónico se plantea defender lo ganado o prueba desbancar a Froome. No da la impresión, francamente, de que el Movistar vaya a intentarlo desde lejos o de que vaya a arriesgar los dos puestos del podio. Ojalá nos equivoquemos. Insisto, criticamos desde el salón de casa a unos señores que se dan una paliza inhumana encima de la bicicleta. Reitero, es legítimo que el Movistar, al ver la fortaleza de Froome, prefiera conservar lo que tiene. Salvando las distancias, existe un paralelismo claro entre el comportamiento de Astana en el Giro y el del Movistar en este Tour. Pudieron buscar desbancar al líder, pero prefirieron conservar sus dos plazas en el podio. 

En la subida a Allos, de primera categoría, el penúltimo puerto de la sesión, y justo es reconocerlo, lo han probado Nibali (otro que jamás se rinde) y en el descenso lo ha probado tanto el ciclista italiano como Alejandro Valverde. Bajando se ha defendido muy bien Froome, que nada tiene que ver con el corredor inseguro en los descensos arriesgados de hace unos años. No se puede decir que Movistar no lo haya intentado. Es sólo que lo ha hecho sin excesiva convicción, sin jugársela del todo. Algo, repito, perfectamente compresible, como también lo es que muchos seguidores esperaran algo más, uno de esos movimientos alocados que, en caso de triunfar, pasan a la historia de este deporte pero que si fracasan dejarían al equipo español sin opción de colocar a dos corredores en el podio final de París. En el descenso a aquel puerto se ha ido al suelo Contador, a quien le ha dado su bicicleta Sagan (que otra vez, inmenso, se ha metido en la fuga el día). Después ha tenido que volver a cambiar de bici y ha perdido más de dos minutos en bici

Etapa 18. . Gap-Saint Jean de Maurienne. 186,5 kilómetros.
Ahora el ganador del Giro se queda quinto a 6:40 del líder y a 2:31 del podio. Nadie duda de que Contador estará enrabietado y de que ese sentimiento es peligroso para sus rivales. Mucho. Si no ha sufrido lesiones que le dificulten la marcha mañana, seguro que lo probará. No le queda otra y además a él le da igual acabar quinto que décimo. Quiere ganar. A eso ha venido y, obstáculos y piques al margen, por eso seguirá luchando.  Mañana, tres puertos de segunda, el primero de salida, tres de tercera y el Col du Glandon, de categoría especial, a 40 de meta. Terreno para acciones kamikazes. 

La lucha por la general y los debates que suscitan las tácticas de los equipos lo centran todo en días como hoy. En este sentido, además de lo comentado sobre Movistar, resulta poco comprensible, menos aún, que Majka, compañero de Contador que se metió en la fuga, haya entrado a su ritmo, quinto, sin opción de ganar la etapa, en lugar de haberse quedado mucho antes para ayudar a su líder, como ha hecho Sky con Porte. El corredor polaco del Tinkoff-Saxo, el gregario de Contador que mejor sube, ha dicho en meta que nadie desde el coche le ha mandando parar. Alguien en el coche debió de pensar que valía más hacer quinto que ayudar al líder. 

Digo que la general lo acapara todo, pero no sería justo dejar de destacar la sensacional victoria de etapa de Simon Geschke, la barba del pelotón internacional. El corredor alemán del Giant-Alpecin ha sido el más fuerte de una fuga que, como decimos, ha contado con ciclistas de mucho nivel. Atacó subiendo Allos y logró regular la distancia. Andrew Talansky, uno de los corredores que ha tenido que cambiar de objetivos a lo largo de la carrera, Rigoberto Urán y Thibaut Pinot han sido segundo, tercero y cuarto de la etapa, respectivamente. El corredor francés, con pavor a los descensos (a la velocidad que se alcanza en los descensos, para ser más precisos) hace unos años se fue al suelo bajando Allos. La victoria de etapa llevaba su nombre, ya que sube mucho mejor que Geschke, pero al caerse se ha despedido de un triunfo parcial que está buscando casi con tanto ahínco como Peter Sagan. 

Clasificación de la etapa 17
1. GESCHKE Simon TEAM GIANT-ALPECIN 04h 12' 17''
2. TALANSKY Andrew TEAM CANNONDALE-GARMIN + 00' 32''
3. URAN URAN Rigoberto ETIXX-QUICK STEP + 01' 01''
4. PINOT Thibaut FDJ + 01' 36''
5. FRANK Mathias IAM CYCLING + 01' 40''
6. KRUIJSWIJK Steven TEAM LOTTO NL - JUMBO + 02' 27''
7. ROCHE Nicolas TEAM SKY + 03' 02''
8. CASTROVIEJO NICOLAS Jonathan MOVISTAR TEAM + 03' 04''
9. PAUWELS Serge MTN-QHUBEKA + 03' 05''
10. YATES Adam ORICA GREENEDGE + 03' 21''
11. BAKELANTS Jan AG2R LA MONDIALE + 04' 26''
12. TEKLEHAIMANOT Daniel MTN-QHUBEKA + 04' 50''
13. MAJKA Rafal TINKOFF-SAXO + 04' 54''
14. KUDUS GHEBREMEDHIN Merhawi MTN-QHUBEKA + 05' 55''
15. HESJEDAL Ryder TEAM CANNONDALE-GARMIN + 05' 58''
16. CHEREL Mikael AG2R LA MONDIALE + 06' 06''
17. QUEMENEUR Perrig TEAM EUROPCAR + 06' 55''
18. QUINTANA ROJAS Nairo Alexander MOVISTAR TEAM + 07' 16''
19. VALLS FERRI Rafael LAMPRE - MERIDA + 07' 16''
20. FROOME Christopher TEAM SKY + 07' 16''
21. VALVERDE BELMONTE Alejandro MOVISTAR TEAM + 07' 23''
22. NIBALI Vincenzo ASTANA PRO TEAM + 07' 31''
23. KANGERT Tanel ASTANA PRO TEAM + 07' 52''
24. THOMAS Geraint TEAM SKY + 08' 18''
25. GESINK Robert TEAM LOTTO NL - JUMBO + 08' 32''
26. BARTA Jan BORA-ARGON 18 + 08' 47''
27. FEILLU Brice BRETAGNE - SECHE ENVIRONNEMENT + 09' 12''
28. PORTE Richie TEAM SKY + 09' 12''
29. IZAGIRRE INSAUSTI Gorka MOVISTAR TEAM + 09' 21''
30. BARGUIL WARREN TEAM GIANT-ALPECIN + 09' 21''
31. CONTADOR Alberto TINKOFF-SAXO + 09' 33''

Clasificación general
1. FROOME Christopher TEAM SKY 69h 06' 49''
2. QUINTANA ROJAS Nairo Alexander MOVISTAR TEAM + 03' 10''
3. VALVERDE BELMONTE Alejandro MOVISTAR TEAM + 04' 09''
4. THOMAS Geraint TEAM SKY + 06' 34''
5. CONTADOR Alberto TINKOFF-SAXO + 06' 40''
6. GESINK Robert TEAM LOTTO NL - JUMBO + 07' 39''
7. NIBALI Vincenzo ASTANA PRO TEAM + 08' 04''
8. FRANK Mathias IAM CYCLING + 08' 47''
9. MOLLEMA Bauke TREK FACTORY RACING + 11' 47''
10. BARGUIL WARREN TEAM GIANT-ALPECIN + 13' 08''
11. BARDET Romain AG2R LA MONDIALE + 16' 04''
12. TALANSKY Andrew TEAM CANNONDALE-GARMIN + 16' 25''
13. SANCHEZ Samuel BMC RACING TEAM + 17' 52''
14. ROLLAND Pierre TEAM EUROPCAR + 18' 37''
15. PAUWELS Serge MTN-QHUBEKA + 20' 07''
16. GALLOPIN Tony LOTTO-SOUDAL + 20' 12''
17. PANTANO GOMEZ Jarlinson IAM CYCLING + 21' 14''
18. PINOT Thibaut FDJ + 26' 14''
19. BAKELANTS Jan AG2R LA MONDIALE + 39' 22''
20. IZAGIRRE INSAUSTI Gorka MOVISTAR TEAM + 40' 48''
21. VUILLERMOZ Alexis AG2R LA MONDIALE + 42' 31''
22. KREUZIGER Roman TINKOFF-SAXO + 44' 34''
23. CHEREL Mikael AG2R LA MONDIALE + 45' 12''
24. CASTROVIEJO NICOLAS Jonathan MOVISTAR TEAM

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